Barrón y cuenta nueva

Caricatura de Tito Piqué

                                                                                        “Fue difícil ser una niña genio”

                                                                                     Josefina Barrón, en una entrevista

Durante los años noventa, Josefina Barrón Mifflin (1969) se sintió poeta y publicó tres incomentables colecciones de versos –En mis líneas encontradas, 1993; Poemas son heridas, 1994; El ojo amurallado, 1999- que en la actualidad radican en un olvido justificado y misericordioso. En sus poemas Josefina hablaba del amor como lo hubiera hecho Camucha Negrete en cualquier programa de Utilísima, se sumergía en un existencialismo de coffiure samborjino e interpelaba a la pareja desde la insoportable rutina y apatía de la mujer burguesa, como consta en su antológico Matrisuicidio: “estamos metidos hasta el cogote / en este boulevard de mentiras piadosas / y verdades suculentas / haciendo origami del amor / y estadísticas del sexo / compartimos albóndigas de carne, bacilos inoportunos / boletinkas millonarias, planes para el futuro / en Excel por supuesto”. Con el tiempo, y ante la indiferencia general, la Barrón desistió de la lírica y pareció perderse como muchos de los excéntricos repentistas que engrosaron a la mala los atribulados registros de la poesía del fin de siglo.

Algunos años después Josefina Barrón regresó bajo una nueva faceta: autora de libros dirigidos al público femenino con la intención de teorizar humorísticamente sobre su condición y sus diferencias con el sexo opuesto. De su exitosísima entrega de 2009, Malabares en taco aguja, me abstengo de opinar pues no la he leído. De su reciente lanzamiento, Yo no soy tú (Planeta, 2012), permítanme adelantar opinión: es el libro más estúpido, ordinario y prejuicioso de todos los que ha dado nuestra literatura comercial, venciendo a duros rivales por esta distinción, como el Manual de la perfecta divorciada (1992), de Marisol Tobalina. Quiero aclarar que algún interés tengo en la literatura comercial peruana y que he disfrutado sin culpa títulos improbables como Glasskán (1968) de José Manuel Estremadoyro, Yo fui mendigo (1971) de Isaac Felipe Montoro o La señito (1999) de Carlos Vidal. Textos que, con toda su ingenuidad, frivolidad y huachafería, tenían la voluntad de desplegar sus mejores esfuerzos para llamar la atención y lograr el entretenimiento del lector. Es cierto que fallaban en cuestiones de forma y fondo, pero el lector dejaba pasar sus gazapos por la evidencia de que estos eran motivados por una intención, si bien no sana en todos los casos, al menos sí transparente.

Y es que lo que más irrita de Yo no soy tú es la manera tan grosera en la que Josefina Barrón menosprecia a sus lectores. Está convencida de que basta borronear algunas páginas con estereotipos (que dejan a Condorito como un libro de Joe Sacco) para trazar los modelos de mujeres y hombres del mundo de hoy. Juzgue el lector un libro pletórico de momentos como estos: “Una de las señales que anuncia que hemos entrado a la adultez es que las mujeres empezamos a desarrollar una obsesión por las dietas, las tarjetas de crédito (sobre todo si alguien más las paga), los títulos de propiedad, el Botox y los potos de nuestras posibles rivales”; “Cuando una mujer usa una prenda con animal print, se pone al extremo de la cadena trófica: se convierte en la carnívora predadora, en la que acecha, ataca.”; “Es cierto que las mujeres tienen más cuerpo calloso, que no significa tener callos por todo el cuerpo”. Uno lee estas cosas y se imagina a una Pilar Sordo en ácidos dándole al teclado entre risitas y aullidos en plena madrugada.

Pero donde esta lumbrera del Jockey Plaza hace de su ignorancia una vanidad y entra de lleno al mundo de la subnormalidad literaria, es cuando quiere trascender e ilustrar a su grey, legando sus conocimientos y esenciales teorías como quien se dirige a una balbuceante tribu de no contactados: “No sé quien se parece más a Dios: Leonardo da Vinci, Darwin o Papá Noel. Si vistiéramos a cualquiera de estos tres con largas sotanas blancas, los rodeáramos de nubes algodonadas y querubines gordos y calatos, Dios tendría certificado de nacimiento, nombre apellido, signo del zodiaco y, por supuesto, pecados”; “Todos, absolutamente todos, hemos sido hembras alguna vez. Incluso Maradona lo fue, hasta que una pelota de fútbol terminó de llevárselo al equipo contrario”; “Puedo apostar que la mayoría de ustedes no sabe qué es un hipotálamo, un cuerpo calloso, un lóbulo frontal”. No solo es insufrible que Barrón y sus editores nos quieran hacer pasar este estólido rosario de exabruptos como literatura comercial ligera, sino que se presente a su autora como una autoridad intelectual, aunque en cada declaración pública desbarre y confunda a Sócrates con Heráclito ante el entusiasmo de su entrevistador, incapaz de corregirla porque, seguramente, no tiene idea de quiénes son los señores a los que la fugaz conductora de Íntimas se refiere.

Mientras revisaba Yo no soy tú, pensé en que este libro había logrado lo que hasta ese momento estimaba imposible: hacerme desear que Josefina Barrón retorne a la poesía. Es en serio, Josefina, por favor: ahí hacías menos daño. (José Carlos Yrigoyen)

57 comments

  1. Lacraman

    Totamente deacuerdo estimado Jose Carlos, ahora siguiendo la misma coherencia, me gustaría saber tu opinion del libro “RARO” de Renato Cisneros 🙂

  2. Gadela

    Me regalaron “Malabares en taco aguja” y no me pareció muy diferente de las frases citadas. No lo terminé, me quedé en las primeras 10 páginas. Me pareció insoportable.

  3. Mutatis

    “Ni Wells, ni Faulkner, ni Ernest Bramah, ni Dunsany están en este libro. Descubro, en cambio, una inverosímil persona que se llama la señora Stacy Aumonier.”

    • Josefina Barrón

      Cuánta retórica, cuánta referencia a escritores, qué fácil es hacerse pasar por intelectual soltando nombres y apellidos, qué peligroso es esconderse detrás de las huachafadas en latín (Mutatis) de las que hablaré en mi próxima columna de El Comercio. Por qué será que hay tantas personas que sí leen y sí compran Malabares y Yo o soy tú, serán todas ellas estúpidas, imbéciles, ¿les estaré tomando el pelo? por qué mi libro Malabares se estará vendiendo ahora mismo en once países, qué será lo que hace que hayan más de 50,000 personas que lo han gozado y se han divertido? por qué tomarse todo tan en serio? ¿quién dijo que yo quería se Faulkner o Wells? no será que solo quiero ser Barrón? ¿quién es Usted Mutatis? ¿tiene nombre en español o solo en latín? hoy soy una más de ustedes, hoy soy una mona con metralleta. Y me divierte harto.

  4. Papillon

    De acuerdo con la reseña. Solo tendría una observación, quizá una advertencia para José Carlos: ¿tildar a Ballón de “lumbrera del Jockey Plaza” no es finalmente un estereotipo más? Y no soy un defensor de la ex-conductora de “Íntimas” (gracias por el dato), pero si se critica a la mencionada autora por caer en los lugares comunes de manera tan primorosa, me parece que Yrigoyen también terminó cediendo al influjo de la obra de Josefina al referise a ella de ese modo.

  5. josecarlosyrigoyen

    Tienes toda la razón. Eso solo comprueba que soy un lector muy influenciable. O que quise darle una gota de su propia medicina. Usted escoja.

  6. Josefina Barrón

    Muy preciso eso de monos con metralleta, estimado Yrigoyen. La verdad no sé quién eres pero sí de qué estás hecho: de todos esos prejuicios peligrosos que llevan a sesgar la crítica h convertirla en una dirigida hacia la persona más que hacia el libro. Golpes bajos como lo de Íntimas, sin duda un momento duro en mi carrera, porque no lo sabes pero sí tengo una carrera, una dura y productiva, llena de riqueza y descubrimiento. Otro golpe bajo aquello de la poesía, aunque déjame decirte que me siento poeta y así lo siente también Gonzales Vigil, quien me antologa en sus libros. Considero que el maestro sabe más que un mono con metralleta. Ese es el peligro del Internet, ¿sabes? cualquier payaso sale a decir cosas, detrás de un pseudo intelectualismo que suena forzado, aceptando como quien acepta que ha pecado, que “lee literatura comercial”. Por Dios santo, nadie, pero nadie ha querido hacerse pasar por una gurú. Yo escribo porque escribir me divierte. Y yo digo cuando me entrevistan siempre lo mismo: No es Autoayuda, es Autojoda. Quien quiera que compre mi libro y se cague de la risa. Y quien no, que no lo haga. Soy abierta cuando las críticas son a mi trabajo porque me ayudan a mejorarlo, a mirarlo con otros ojos. Pero cuando esa crítica refleja las ganas intensas de derrumbarle la moral a una persona, caricaturizarla, hacerla pasar por una especie de atorrante bruta que no sabe hacer nada, entonces me provoca una rabia tremenda. Me saco la mugre trabajando, y no necesariamente para que venga un mono con metralleta a ridiculizarme. De todas maneras, gracias por tus monadas.

  7. Josefina Barrón

    Quiero agregar algo más: Esa “frase” con la que encabezas tu “crítica” la has sacado de contexto. Fue dicha a propósito de lo que dijo Toño Cisneros en Somos cuando yo tenía doce años: que yo era “la niña genio de la poesía”. Por eso me referí a la dificultad que significaba vivir con la vara alta que el mismo Toño me había impuesto. Si vas a ser comunicador, te ruego seas más responsable con tus referencias pues puedes hacer mucho daño con tus sesgados comentarios. No creas que las personas somos de metal y nada nos afecta. Los comentarios negativos, cuando están hechos con esa cosa morbosa, prejuiciosa, con el hígado, con los que parecen estar escritos los tuyos, hacen mucho daño y pueden hasta desmoralizar a la persona a la que apuntas tu metralleta. Creo en la democracia y en la libertad de expresión, pero considero que tu apreciación escapa a esa libertad para convertirse en un golpe bajo. Muy bajo.

  8. josecarlosyrigoyen

    Estimada señora Barrón: en primer lugar, mucho gusto. Solo le escribo para decirle que defender un libro por sus ventas o por la cantidad de países donde se publica es un argumento tan endeble y tan lejano a la literatura que no me parece atendible. En segundo lugar, afirmar que usted es una poeta porque la antologó Gonzalez Vigil, creáme, no prueba nada. Y en tercer lugar, la frase usted la pronunció tal cual en esa entrevista de Somos; no sé en que contexto podría ser justificada, la verdad. Un saludo cordial y no deje de leernos.

    • Josefina Barrón

      Si un libro se vende es porque existen los lectores que lo disfrutan. Si un libro es un éxito editorial y luego viene otro y es un segundo éxito editorial, significa que la autora, en este caso, yo, Josefina Barrón, tiene “algo” que la convierte en una pluma atractiva para el posible lector. Sí, sí es una señal importante el que muchas personas quieran comprar lo que una escribe; eso sin hablar mal de nadie, sin revelar cosas de la vida privada de nadie, simplemente ejerciendo el humor y la parodia… insisto en que, si Malabares en Taco Aguja en este momento es un long seller como lo es, y ya estará en ebook a pedido del público, y paralelamente, Yo no soy tú se está convirtiendo en un mes de publicado, en un best seller, con más de tres mil libros vendidos solo en autoservicios, ¿no le dice algo? O pertenece usted a aquel lugar común que define al escritor como el fumón perdido pobre y aturdido que debe serlo para ser respetado… Mucho cuidado con estereotipar mi querido Yrigoyen, que sé que usted es profesor (me equivoco) y forma niños en un colegio de la ciudad, pues no debemos cultivar aquello de lo que se vende es sospechoso, lo comercial solo por serlo ya ha perdido su calidad. Nadie ha pretendido ser una eminencia literaria con estos libros. Para eso tengo mi trabajo sobre el Perú, el cual usted ni siquiera conoce. Al menos siempre he dejado en claro que no soy Pilar Sordo ni Chopra. Soy Barrón, soy poeta, escribo libros de autojoda, no soy periodista ni quiero serlo, me bacilo escribiendo, no me tomo la vida tan en serio no pretendo ser la gurú de nada. Y eso, querido, creo que es lo que contagio a mis lectores. Ya estuvo bueno. Debo irme a trabajar, porque la vida de burguesa, desafortunadamente, no la tengo.

  9. AveCrítica

    Decir “Toño Cisneros me elogió” o “González Vigil me antologó” me recuerda un comentario de Ricardo Palma: “la mejor recomendación que puede tener un libro español es NO tener prólogo de Marcelino Meléndez y Pelayo”.

    Saludos a los monos con metralleta.

  10. S-Siro

    asu, mecha mecha!! que divertidos estos intelectuales literatos.
    Debo decir a favor de Yrigoyen que lo leo por su acidez. aunque sepa que el 90% de lo que dice es una retorcida versión de la realidad que acomoda en su cabeza… pero bueno, me resulta divertido. A la señora Barraon no la conozco (no se que es Intimas…) y por los titulos de sus libros sospecho que seran tema de mi agrado asi que ahi lo dejo, seguro tiene su publico.
    Y porque comento? porque el trafico estuvo insoportable y algun desfogue hay que tener.

  11. Josefina Barrón

    Al señor Yrigoyen, le diré que no solo no me interesará leer su blog contraculturoso e intelectualoide, repleto de lugares comunes, si no comentarle que entré solamente para hacer mi descargo de rigor. La mala leche con que usted ha escrito su “sesudo” análisis me deja muy en claro que hay más de envidia que de periodismo en sus palabras. Déjeme decirle también que mi experiencia en Íntimas duró exactamente cuatro días, y ya es lugar común de periodistas (que dicen serlo) sacar del cajón de los trastos viejos ese episodio doloroso de mi vida profesional. Yo experimento, no sé si usted lo hace pues no veo libros de su autoría ni tengo idea a qué es exactamente a lo que usted se dedica, además claro, de disparar a mansalva en un blog que lleva la foto de cuatro matones hollywoodenses a quienes usted y sus amigos, créame. no se parecen en nada, porque de Joe Pesci o Robert de Niro, na´, solamente pistolitas de plástico. Si me quiere seguir derramando su mala leche, pues adelante, no hay problema. Yo ya cumplí con responder porque no me gusta que me insulten, ya le dije que no me importa ser criticada pero cualquiera que lea su insufrible página sabrá que hay algo que yo tengo que usted no tiene y eso, señor Yrigoyen, lo tiene a usted de cabeza. Hasta pronto.

  12. markomedina

    no tiene sentido esta discucion, el critico esta en la obligacion de criticar una obra literaria, pero criticar la obra, no la psiquis del autor, y eso creo intenta hacer Yrigoyen, lo cual descalifica la obra. Otra cuestion es que el autor debe aceptar cualquier critica, y no replicar, pero en este caso es entendible la respuesta de Barron por que hace mencion mas a la persona, que a la escritora. Y si, Yrigoyen tiene razon la calidad de una obra no se mide por cuantos te compran la obra, sino cuanto trasciende, si en 10 años sigue siendo leida con entusiasmo, o como cualquier articulo de moda termina con la temporada.

  13. A.

    Estimada Josefina, solo decir dos cosas:

    En este “juego”, el que se pica, pierde. Es claro que la crítica de NMM es al estilo “mono con metralleta”. Repetírselos como una “crítica”, no hace más que halagarlos. Y al tratar de dar su descargo, decir que “Si un libro es un éxito editorial y luego viene otro y es un segundo éxito editorial, significa que la autora, en este caso, yo, Josefina Barrón, tiene “algo” que la convierte en una pluma atractiva para el posible lector” es un argumento engañoso: sabidos son los casos de esos best sellers que poco o nada tienen de calidad y son amados por millones, así como también de geniales autores que solo conoce un 1% o menos de la población mundial, Premios Nobel incluidos, antes de haber sido Premios Nobel, por supuesto.

    Lo segundo es que usted se afana en repetir que no conoce quién es José Carlos Yrigoyen. Podremos estar de acuerdo o no con sus polémicas reseñas y comentarios, en este u otros casos, es válido el disenso, pero me parece que ignorar (o aparentar ignorar) no saber quién o a qué se dedica uno de los poetas más prolíficos y celebrados de su generación, sino el que más, por diversidad de críticos y entendidos, incluído el propio González Vigil, quien también lo ha antologado, es, a mi modo de ver, una comprobación de que la autora está muy alejada en este momento de la poesía.

    Para el autor del blog: concuerdo con el comentarista de arriba en que eso de tildar a la autora reseñada de “lumbrera del Jockey Plaza” es caer en lo mismo que se pretende criticar. Desterremos los estereotipos.

    Saludos cordiales a ambos.

    • Josefina Barrón

      La verdad, averiguando solo veo que el señor Yrigoyen, a quien no conocía, ha maltratado al Chato Quiroz, gran señor a quien sí conozco y quien ha ubicado a Yrigoyen bien en su sitio… Yrigoyen, por lo que sé, se expresa mal de intelectuales y poetas de alto nivel, algunos de ellos ya murieron (él sabe de quién hablo), y por supuesto, de Mazzotti. Considero que Yrigoyen tiene grandes vacíos literarios que debe empezar a llenar. Eso sería todo.

  14. Gonzalo Mariátegui Viera Gallo

    Josefina, ¿cuándo cumples con tu palabra? Los años pasan y todavía no me sacas la entrevista que me prometiste en Caretas. Yo te entregué uni enorme cuadro mío por anticipado a cambio y tú me enviaste un libro aburrido que nadie recibe ni regalado. Devuélveme mi cuadro y yo te entrego tu libro y santas paces.Ya no me interesa tu entrevista.

      • Josefina Barrón

        ¿qué cosaaa?? ¿cobrar???? ¿señor mariátegui, POR FAVOR, podría aclarar????? ¿podría en este momento aclarar esto del cuadro que usted regaló sin yo haberle pedido absolutamente nada? por Dios, qué es ésto… qué mezquindad, exijo que aclare en este momento

      • Josefina Barrón

        Exijo, EXIJO a Mariátegui una aclaración. Yo no hago trueques ni intercambios. No señor.

    • Josefina Barrón

      Déjeme decirle señor Mariátegui que su mensaje es lo más mezquino que he leído, y que lo recibo con una mezcla de sorpresa y disgusto que no tienen comparación. La mala onda, la mala vibra, regresa, usted sabe. Yo tengo su cuadro colgado en una parte familiar de mi casa y loe he mirado durante tres años con un cariño tremendo porque le pertenece a una persona que me cayó bien y me lo obsequió de buenas a primeras, tal y como yo estoy acostumbrada a obsequiar a los otros mis libros y otras cosas que para mí tienen valor sentimental. Es increíble que usted me haga pasar a mí, que nada me falta, menos aún arte en mi casa, como una persona que tiene que hacer artimañas para conseguir un cuadro… menos aún suyo… lo cierto es que con pena debo decirle que en ese momento la revista no mostró interés en publicar la entrevista sobre su libro y fue por eso que debimos dejar de lado la publicación. Nunca pensé en intercambios, nunca conversamos sobre ello. Eso no es ni ético ni de caballeros y nadie podrá decir que yo hago ese tipo de cosas. Le ruego venga hoy mismo a recoger su cuadro, ya dejé mi dirección con una persona muy amable que me atención al teléfono en su casa. Muchas gracias.

    • Josefina Barrón

      Señor Mariáteguiiiii, lo he llamado a su casa y no ha tenido la valentía de contestarme para aclarar lo de su “cuadro”? Ya le pasé la dirección de mi casa a la señora que trabaja en su casa, tenga la bondad de recogerlo mañana mismo por favor.

  15. Víctor Coral

    Hola, chicos. Felicitaciones a JCY por el excelente post. Yo sí soy un intelectual y desde ya invito a cruzar espadas a Coqui Bruce, Denegri y MVLL sobre el tema que quieran para demostrarlo. ¿Desde cuándo ser un intelectual es un demérito o un punto en contra? Desde hace 25 años, lo tengo anotado, cuando la posmodernidad le abrió las puertas de la publicación a la idiotez. Saludos y buena estrella. Ahora sí estoy convencido de que “Yo soy otro”!!!!!!

  16. Aida

    Espero no estar entendiendo bien. La frase “una balbuceante tribu de no contactados” me pareció bastante desagradable.

  17. neymar

    “hay algo que yo tengo que usted no tiene y eso, señor Yrigoyen, lo tiene a usted de cabeza”
    como decían en mi infancia cuando alguien se golpeaba:
    Ssssóbate nomás con disimulo y ráscate el culo

  18. Joveros

    Es que inclusive la literatura comercial tiene picos y simas y ese punto no parece entenderlo Barrón. En lo que si tiene las cosas claras es en que ha vendido 50 000 ejemplares en 11 países siendo literatura comercial. Estando así la cosas, ¿porque ensañarse con eso¿? Es como ir al cine a ver MIB 3 y pedir que sea un film de Tarkovsky.
    No va pues.

    Saludos.

  19. Polietileno

    Buena Yrigoyen, conseguiste nuevo troll. No te va a dejar en paz hasta que consiga un mechón de tu pelo. Recomiendo la opción “Marcar como Spam”

  20. Karen

    Ay caramba estos intelectuales limeños, cultísimos y formadores de opinión. Tengo el “atrevimiento” de opinar en este blog (tan lleno de sabiduría) porque creo que no entienden aún que es lo que motiva a la lectura a los miles de peruanos, comunes y silvestres, que leen por placer: justamente eso LEER POR PLACER, no queremos gurús sabelotodo como Yrigoyen, no analizamos, ni escrudiñamos como Dr.G, ….simplemente leemos por placer…muchos eruditos -como yrigoyen- no me dan placer, asi que no lo leo (que INCULTA y CHUSCA soy, a demas tengo faltas ortográficas!). Josefina barrón me divierte, me encuentro en cada uno de sus textos, me rio de mí misma como mujer, entiendo -a veces- mi comportamiento alucinado y jodido, me entero que no soy la única.
    Debo confesar que esta última entrega “Yo no soy tú”, me ha dejado una sensación de amargura y vejes prematura,,, todo lo contrario a “malabares…” una obra maestra digna de leerla cuantas veces una quiera entenderse y reirse de una misma. Sin embargo Yrigoyen, das demasiados golpes bajos, no te conozco (quizá por lo inculta que soy) pero te he imaginado un hombre con el pelo gris, con gruesos lentes, reacio a la risa y misógino, te he imaginado reventando las pelotas de los chicos y con una taza de cafe cerrero en tus manos. Golpe bajo SI, eso es lo que has hecho. Que verguenza!!

  21. Papillon

    Cuánta razón tenía el maestro Cattone cuando afirmaba que no hay gremio más injusto, malnacido, envidioso, rastrero, etc., etc. que pueda existir que el de los escritores. Supongo que algún día, cercana mi muerte, me atreveré a leer a Coelho o a Barrón y descubriré ese “algo” impreciso e inefable que aún no puedo aprehender.
    Una observación que pinta de cuerpo entero a la abatida autora: pretender desconocer a los autores de este blog. Por favor, la aldea culturosa limeña es tan pequeña que todo el mundo se sabe la vida del otro. Además, los autores trabajan o trabajaron en El Comercio, Caretas etc, etc… No sufras tanto querida poeta, acepta tu paso por Íntimas, límpiate esas lágrimas y cierra las ojos para imaginar un abrazo cálido y eterno con cada uno de tus 50 000 lectores. Esa experiencia, tenlo por seguro, Yrigoyen jamás la podra disfrutar. Suspira una vez más y recuerda que la vida no es un tómbola, solo es la autojoda a la enésima potencia.

  22. Josefina Barrón

    Bueno, bueno, así las cosas, creo que dejo descansar en paz al hígado, a la cabeza, y me dedico a seguir viviendo sin este blog. Algo de bueno imagino que he sacado de todo esto: todos somos distintos y para todos hay espacio en el ambiente de la literatura peruana, aunque a algunos les duela. No quiero ser una pulga en la oreja de nadie, así que adiós señor Yrigoyen, ha sido realmente un gustazo intercambiar con sus visitantes unas cuantas ideas. Para serle honesta, lo he disfrutado!!!!!!!!!!! Ya nos conoceremos en algún momento, eso espero.

  23. LAKRA

    Ubicar a ese libro de Barrón dentro de la literatura peruana es un atrevimiento ignorante:
    “para todos hay espacio en el ambiente de la literatura peruana” ahahahahaha, cómo se acomoda.

  24. Santiago

    Lo que se ha podido sacar de todo esto son tres cosas:
    1) Blogs como este sirven, a veces, para conocer verdaderamente mejor a las personas. Por ejemplo, ahora conozco un poco más a Josefina Barrón, lo suficiente para evitar conocerla en persona.
    2) Los buenos escritores defienden sus libros con argumentos, los malos lo hacen con agravios.
    y 3) En un país con los niveles alarmantes de comprensión de lectura que tiene, tal vez esta clase de artículos sea la única forma de combatir cierto tipo de literatura oligofrénica que las librerías adoran colocar en sus anaqueles.

  25. Giancarlo Herrera Castro

    Los extractos del libro que ha usado José Carlos Yrigoyen son fenomenales. Recuerdo mucho la entrevista de Josefina Barrón a Marco Aurelio Denegri, y la cara que éste traía tan harto que estaba, creo que lo wannabe venía de su lado.

    • Guillermo Cebrián.

      Ya te van a llamar Yrigoyen ( donde MAD), ir preparado a responder su pregunta favorita sobre la estupidez humana (Jose ¿A tí también te preguntó eso?) Notar el gesto previo a la interrogante.

  26. Bernhard

    Yrigoyen es recontra mala leche, recontra. Pero mal Barrón en darle tanta bola, una mandada a la mierda y ya. Ni ella ni él cambiarán de posición ni dejarán de ser lo que son.

  27. San Borja

    Jpsé Carlos, !Protesto! vivo en San Borja, que es eso de “coffiure samborjino”. ¿Será sanborjino?

    • josecarlosyrigoyen

      Estimado Juan, tiene usted razon en su correccion. Un lapsus.
      No tengo nada contra San Borja, todo lo contrario. he pasado grandes momentos ahi.
      Un abrazo.

  28. Cero por la boca

    1.- Señor Yrigoyen usted comete un error al criticar un libro que tiene buenas ventas, no le han dicho que estamos en la época del éxito peruano, que no se puede criticar algo que demuestra ser exitoso económicamente, porque de eso se trata todo la bronca que demuestra la señora Barrón, sientes que llegas a un nivel de vida donde nadie debe hablar mal de ti o tu obra, tu ego ha sido masajeado por la plata y la fama y solo por eso estas por encima de todo. 2.- Señora Barrón recuerde al maestro Denegri cuando dice “nadie vale tanto” , muchos han comprado su libro(que no es lo mismo que leerlo), otros piensan que solo escribe basura, otros no saben que existe(que son la gran mayoría) , usted nunca será Faulkner, Joyce ni yo seré Nick Moreno. 3.- Acabo de descubrir esta pagina web y parece que lo voy a leer seguido, sobre todo porque El Comercio ya no deja leer gratis, leer a Rodrich y compañía aburre y ya se lo que Aldo Mariátegui va escribir todos los días.

  29. Pingback: La Higuerilla » Las señales de José Carlos Yrigoyen

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